«No temas; yo soy el primero y el último, el Viviente; estuve muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo» (Ap. 1, 17b-18)
«No temas; yo soy el primero y el último, el Viviente; estuve muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo» (Ap. 1, 17b-18)