Pedro González Mascareñas nos cuenta su testimonio de lo vivido como hospitalario en Lourdes:
Al principio tenía mis dudas, pero a medida que fue pasando el tiempo me mentalize y fui al 100% a Lourdes.
Me enamoré del precioso santuario y de cómo iba la gente enferma que pensaba que rezando se iba a curar y eso me cambio la vida y decidí ayudarlos para que sus sueños de estar bien se hicieran realidad.
Luego mis compañeros en este viaje han sido de lo mejor. Éramos y somos como una gran familia en la que todos nos ayudábamos y no dejábamos a nadie solo.
Lourdes me ha marcado y «a tope» para el año que viene!!!